1995-2000

Campo magnético

Han concurrido treinta y cinco

Homenaje a ZAJ

Viste Berlín, pero no 

encontraste merceditas

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"Un buen día, Chaim Nossen metió en un saco su chal litúrgico 

y sus filacterias, una muda de ropa interior y una barra de pan, 

y abandonó la casa. A los vecinos que le preguntaban adónde 

iba, les contestaba: "Adonde me lleven mis ojos."

(Recordando a Issac Bashevis Singer)

"Me asombra ser una sombra" (J. Bergamín)

Mucho más te asombraría

que esa sombra te mirara.

Al anochecer, en los parques ya sin nadie del otoño avanzado, 

a veces, en su deambular, se acerca hasta la débil luz de una farola, 

envuelto en su vieja gabardina, 

el amistoso fantasma, triste y feo, de la melancolía.

El sastre de Pessoa

Lourenço & Santos, Lda. 

Camiseros. Novedades. Trajes a medida. Modelos transformables.

Monóculo para dos:

Erich von Stroheim en el papel de Benito Mussolini.

El escotado frailón

nunca sabías si miraba

de frente o de refilón.

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–Nadie te va a querer como tú.

–¿Por qué dices eso?

–Porque ya ves el caso que te hago.

–Eres cruel.

–Es que a veces uno tiene que decirse a sí mismo las verdades bien dichas.

Una postal para Eduardo Arroyo

"Lucian Nimeni fue único, se lo puedo asegurar. Era mago y transformista. 

Trabajó conmigo dos años, en 1959 y 1962. La muerte de Isadora Duncan, 

por ejemplo, era un número que ejecutaba realmente por arte de magia. 

Un caso extraño el de Nimeni, le perdí la pista, desapareció. Parece que volvió a Rumanía. No actuó más, que yo sepa. Era un tipo muy raro en lo personal 

y un genio en el escenario: bailarín, transformista y mago. 

Podía ser al mismo tiempo Isadora Duncan, Boris Karloff y George Chakiris... 

A Nimeni no le gustaba actuar ante cualquier público, no crea; 

él era algo más que un artista de variedades. 

Se dijo que murió, pero yo no lo creo. Me gustaría volver a verlo. 

¡Aunque no sé si lo reconocería! ¡Ja, ja, ja!"

KLAUS DUNKER, empresario teatral. (Schwindel. Berlín, 1980)

–No me gustas cuando te pones fuera de ti.

–Y tú a mí menos cuando te pones fuera de mí.

El sueño de Lalique

Torso

No me quedan palabras